¿Por qué los hombres no van a terapia?

Si bien es poca la investigación específica sobre la asistencia a terapia de hombres y mujeres en Latinoamérica, se ha observado que en general los hombres tienden a asistir a terapia en menor número que las mujeres, debido a los estereotipos sociales y una mayor estigmatización en torno a los hombres que buscan ayuda para situaciones emocionales.

Esta combinación de factores nos lleva a una de las problemáticas más presentes para el hombre de hoy: El callejón sin salida en el que tantos hombres se ven atrapados, donde sufren de una pobre salud mental al no buscar ayuda, y no buscar ayuda porque “un hombre debe poder arreglárselas solo”.

Por ello creo importante indagar al menos un poco en qué está detrás de esta situación. A través de estos años trabajando con hombres, he identificado 3 puntos que dificultan la asistencia de los hombres a terapia.

Lo tóxico y las red flags: El rechazo como salida fácil.

Siempre será más fácil decir que algo es malo, en lugar de aceptar que hay distintas maneras de vivirlo, algunas funcionales, algunas dañinas, y que se requiere de cierto trabajo para encontrar y desarrollar esas maneras más sanas.